2006 – Cesar Magrini

SUSANA MARENCO
César Magrini

El Arte Argentino al mundo, Ediciones Institucionales, 2006

Una bienvenida sensación de plenitud, de pacificante alegría, se desprende desde la inteligente y significativa composición de este más que satisfactorio cuadro. Por todo lo que dice (trabajo constante, ininterrumpida entrega a los avatares de la pintura), así como por todo lo que sin dificultad alguna sugiere dedicación que no sabe de pausas, tranquilidad de conciencia ante la tarea cumplida, y resultados dignos y merecedores del mayor de los elogios. La autora muestra con toda claridad los personales engranajes de su vinculación íntima con las artes visuales: una obra a medio concluir, varios pigmentos, y en envases diversos, esas armas calladas pero eficaces, que son los pinceles, seguros aliados del logro final. Cuando se tiene, como sucede en este caso, suficiente talento como para, respetando las reglas del juego, conseguir efectos cuyo lirismo no es casual, sino fruto de una acendrada meditación y de condiciones plásticas originales, que escapan cómodamente a lo trillado y a lo común. La artista sabe como componer la trama interna de una tela, en la que el color es indiscutido protagonista y el diseño cumple con sus condiciones de segura vertebradura, con resultados de una creación serena e inconfundible en la personalidad que el trabajo trasunta: resultado de una inspiración solida y sin fallas, que refleja sin vacilación su conquistante obra.